Los paisajes industriales son el resultado
de la actividad industrial en el territorio. Se trata de paisajes artificiales
o antrópicos, es decir, espacios que han sido transformados por la
actividad humana. Podemos clasificarlos en:
1. Paisajes industriales tradicionales fruto de
la primera industrialización, basada en la energía que
proporcionaba el carbón (razón por lo que las primeras
factorías se ubicaban próximas a las zonas mineras). Las primitivas ciudades
industriales, pobladas de altas chimeneas y edificios
de ladrillo, presentaban una atmósfera contaminada, llena
de humos. Junto a las fábricas se localizaban las viviendas
insalubres de los obreros.
La aparición de nuevas fuentes de energía modificó
la localización industrial junto a las cuencas mineras, provocando la crisis
del sector minero. Por otra parte debido a los costes de la mano de
obra, y a las legislaciones ambientales más estrictas de
los países desarrollados, se está produciendo una relocalización a
escala mundial de las industrias pesadas (siderurgia, metalurgia...).
2. Paisajes industriales portuarios: en los que
conviven grandes industrias pesadas (metalurgia,
petroquímica...) que mueven su producción por vía marítima, con
otras ligadas de forma directa al mar, como la industria naval (astilleros)
o la conservera. Fruto del proceso de relocalización del
que hablábamos antes, algunos de estos espacios se han adecuado a los nuevos
tiempos, transformándose en zonas de esparcimiento o albergando actividades
culturales, por ejemplo.
3. Paisajes industriales urbanos actuales: a medida
que el proceso industrializador avanzaba, las industrias de bienes de
consumo se fueron localizando junto al mercado, por lo que en casi
todas las ciudades fueron apareciendo polígonos industriales. Las
ventajas de esta localización en la periferia urbana son tanto
la citada proximidad al mercado, como la cercanía a una abundante
mano de obra. Se trata, en definitiva, de áreas
bien comunicadas (dotadas de infraestructuras), en las que
hay disponibilidad de suelo barato y en las que los
habitantes de la ciudad no acusan los inconvenientes de las actividades
industriales.
4. Paisajes industriales en áreas rurales: la
actividad industrial más característica en las áreas rurales es la agroalimentaria (láctea,
conservera...), que consiste en la transformación de los productos
agrícolas y ganaderos para su consumo, y que tiende a localizarse próxima
a las materias primas (por el gran volumen y carácter perecedero
de estas). Por otro lado, ciertas comarcas rurales se han especializado en
manufacturas tradicionales.
5. Tecnópolis: este término sirve para
describir una zona empresarial donde se concentran industrias de alta
tecnología estrechamente vinculadas con centros de investigación y
desarrollo (I+D). Se trata de industrias avanzadas, limpias y
en las que trabaja personal altamente especializado. Estos nuevos
paisajes industriales no recuerdan en nada a los enormes y contaminantes
complejos fabriles de la ciudad moderna.
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